Según demuestran recientes estudios científicos, todas las personas podríamos tener el poder de entrar en trance.
Aparentemente, y después de haber estudiado las imágenes cerebrales de varias personas que han entrado en trance gracias a una ceremonia chamánica compuesta por el toque de tambores, los científicos han reconocido que algo distinto nos ocurre cuando entramos en trance.
Han sacado estas conclusiones estudiando el escáner cerebral de estas personas que aparentemente habían entrado en trance y las conclusiones son cuando menos, sugerentes.
Este estudio científico ha podido comprobar que durante el estado de trance de todas estas personas, la actividad de sus hemisferios cerebrales había cambiado de una forma notable.
Las partes cerebrales más afectadas durante estas comprobaciones han sido el hemisferio derecho del cerebro y la corteza prefrontal.
En concreto, el hemisferio cerebral derecho, que es el encargado de expresar nuestras emociones, experimenta un aumento muy notable en su actividad neuronal hasta volverse la parte dominante del cerebro.
Por su parte, la corteza prefrontal, donde se encuentra el sistema cerebral que se encarga de analizar y sacar conclusiones de todo lo que asimilan nuestros sentidos, es decir, básicamente es la parte principal del razonamiento y lo que nos distingue a los seres humanos del resto de animales, experimenta una disminución en su actividad hasta quedar parcialmente anulado.
Al estar parcialmente anulado y no ser predominante, el cerebro puede habilitar otras funciones más intuitivas, esto es, más dedicadas al estímulo y respuesta sin razonamiento, es decir, el rasgo distintivo de todos los animales. en este sentido podemos decir que desatamos nuestro lado animal aunque sea de una forma muy disminuida.
Por lo tanto, podemos decir que un estado de trance supone una modificación de nuestra conciencia puesto que durante esos breves momentos es como si fuésemos otra persona.
Los científicos han comparado estas lecturas cerebrales con las que se dan en nuestro cerebro cuando tenemos reacciones instintivas de las que depende nuestra supervivencia cómo evitar el atropello de un vehículo, saltar al vacío etcétera. y han visto que son prácticamente iguales.
Cuando reaccionamos instintivamente a algo de lo que depende nuestra supervivencia, sufrimos un aumento de fuerza que a veces puede resultar inexplicable, en algunos casos las personas no sienten ningún dolor, cambiamos el modo en el que percibimos el tiempo y hacemos o decimos cosas que no haríamos ni diríamos detener nuestra mente "calmada".
Hasta ahora habíamos tachado de superchería o incluso de locura acciones que tenían las personas que aparentemente entraban en una especie de trance al oír el sonido de los tambores chamánicos conjuntamente con oraciones ancestrales.
Es bien sabido que a los tambores chamánicos se les puede dar muchos usos, pero hasta ahora no se había registrado científicamente el efecto en el cerebro.
Lo que los científicos han podido probar es que el cambio que se produce en nuestro cerebro está directamente relacionado con la música que recrean los tambores chamánicos.
Cuando les han preguntado a todas estas personas qué era lo que estaban experimentando en ese preciso momento, casi todas han sido de la misma opinión: todas han realizado actos o dicho palabras o realizado ruidos y rugidos que no habrían hecho de forma consciente.
Todas han coincidido en que les era imposible dejar de realizar todos estos actos hasta que no han cesado la música de los tambores chamánicos y poco a poco han vuelto a su estado de conciencia normal.
Es bien sabido que algunos animales como perros y gatos pueden darse cuenta de que una persona está enferma y parece que están más pendientes de ella en ese momento. este fenómeno puede explicarse si nos damos cuenta de que en un estado de conciencia expandida cómo puede ser un trance provocado por el tambor chamánico, nuestros sentidos aumentan su percepción y quizá podríamos sentir " el olor de la enfermedad" tal y como lo sienten los animales.
Además, durante el estado de trance podemos conseguir mejorar nuestra salud de una forma aparentemente inexplicable.
Existen numerosos testimonios de personas que, después de haber salido de un trance, han mejorado su movilidad o disminuido los niveles de dolor que experimentaban antes de entrar en este trance.
Con todos estos motivos, parece una buena idea experimentar este tipo de trance con un tambor chamánico. ¿A qué estás esperando?